Hache se atreve a criticar

miércoles, junio 29, 2005
Reconstrucción
"Esto es ficción. Es una reconstrucción, pero aún así duele". Con esta premisa inicia una de las mejores películas que he ví el año pasado: "Reconstrucción"
Es la opera prima de Cristoff Boe, quién ya ha sido denominado como "la nueva promesa del cine europeo", punto en el cual difiero un poco. Un promesa es algo que se cumplirá en un futuro, pero este joven director, a mi parecer, es ya un genio, creo yo que no debe denominarse "Nueva promesa" sino "Un genio cinematográfico neonato".

Quizás sea muy apresurado o inlcuso arriesgado realizar la anterior afirmación, pero con una obra tan cerca a perfecta como lo es "Reconstrucción" me atrevo a tomar dicho riesgo. Son trabajos como este los que nos recuerdan que frases como "Para ser su primera vez..." solo justifican la mediocridad de unos cuantos. Boe nos recuerda que las primeras veces pueden estar a la altura de mil años de experiencia.

Debo retomar en este punto, el comentario de Mateo Sancho Cardiel sobre la misma película: "Oímos voces de Julio Medem en su desesperado romanticismo, de David Lynch en su capacidad de hacer palpable lo onírico, de Spike Jonze en su capacidad de sorpresa o incluso de Lars Von Trier en su capacidad de pasar del dolor sentido al dolor físico. Y sin embargo, Boe, bebiendo de tantas y tan ilustres fuentes, se revela único, genuino en su creación "

Reconstrucción nos habla de segundas oportunidades, o de terceras, cuartas e incluso quintas, pero nos hace cuestionar si son precisamente eso, oportunidades, o si son simples burlas del destino o de algo mas grande que nos condena a repetir los mismo o errores, o a cometer otros que al final nos llevan a la misma resolución.

La película no se entiende por completo, de ahí la comparación con Lynch, pero eso no perturba en lo más mínimo, todo lo contrario, te mantiene en el filo de tu asiento, siempre ansioso por querer comprender lo que sucede, tornándose de ese modo en un híbrido entre el drama, el surealismo, thriller sicológico y, por qué no, thriller emocional.

Pero quizás lo que más me intriga y me permite identificarme con esta película es la idea de que posiblemente nuestras vidas sean iguales, quizás no debemos esperar comprenderlo todo, simplemente por que no todo existe para serlo. Quizás miles de cosas suceden por que sí. Quizás la videa real, por real que parezca "Sea solo una ficción. Solo una reconstrucción, pero aún así duele".
posted by Hache @ 12:07 a. m.   2 comments

jueves, junio 23, 2005
Garden State
“Y ahora, ¿qué hacemos?”. Una manera excelente de concluir una historia que no parece tener una trama tan minuciosamente definida, una película cuyo guión no se enmarca dentro de las tres actos específicos de los guiones “hollywoodenses” en los que toda historia tiene un inicio, treinta minutos después se presenta un nudo y en los últimos veinte minutos se muestra el desenlace. No, Garden State resulta un tanto menos convencional y mucho más inteligente.

El director, que a su vez es el guionista y el actor principal de esta película, Zach Braff, quería contar una historia sencilla en la que se abordara con la mayor sinceridad posible las angustias de aquellas personas que no son ya adolescentes, pero que tampoco son ya adultos. Personas en sus “veintitantos” que aún no se hallan del todo, aquellos que todavía tienen un futuro por delante, pero se encuentran ante al momento en el que deben empezar a hacer algo definitivo por ello.

Si bien, no es la primera película en la historia en proponer una historia sencilla con personajes y situaciones en las que fácilmente podemos ubicarnos sin sentir que aquel momento es demasiado elaborado o ficticio, si es un muy buen ejemplo de cómo, en muchas ocasiones, las historias sencillas apelan, con mayor éxito, a nuestro interés.

Podemos reír de las situaciones que nos muestran, pero no mofándonos absurdamente de quienes experimentan la situación, sino de un modo familiar, como si viviéramos lo que observamos. Si bien, muchas situaciones jocosas de la película distan un poco de sucedernos, eso no significa que sean plenamente imposibles de ocurrir, mas bien, se asemejan a esas situaciones que uno piensa que en la vida no ocurren pero que realmente si ocurren, esos momentos bizarros, con gente bizarra, que todos hemos vivido y viviremos en diferentes ocasiones.

Por otro lado, debo reconocer la excelente puesta en escena que crea Braff para relatar una especie de tragedia o drama de un joven confundido, perdido, entre drogas (algunas recetadas otras no tanto), recuerdos dolorosos, situaciones abandonadas y gente abandonada a quien creyó dejar en su pasado. Fácilmente podría haberse convertido en un típico drama norteamericano con clichés fáciles desbordándose en cada toma, pero Zach Braff escogió hacer una forma de comedia, con lo cual nos recuerda, como dice Natalie Portman (coprotagonista) “Uno debe aprender a reírse de sus propias tragedias”.

A su vez, Tiempo de volver (Título absurdo con el que llegó la película a Colombia), nos presenta a personajes muy bien elaborados, personajes con una profunda dimensión sicológica que se revela a partir de pequeños detalles, como la compulsión de Sam (Natalie Portman) por mentir, o la ira de Mark (Peter Sarsgaard) con su madre y su adicción a las drogas, el total aburrimiento y hedonismo de Dave (Alex Burns) o la frustración de Gideon Largeman (Sir. Ian Holm) por no lograr que su familia sea feliz.

También sus aspectos técnicos son muy destacables, excelentes movimientos de cámara, fluidos y muy dicientes y pertinentes; una fotografía muy bella, directamente proporcional a la sencillez de la historia pero visualmente apasionante y muy bien lograda y una musicalización, que además de ser muy apropiada, es supremamente agradable.

Son un número considerable de producciones como éstas, por las cuales se podría afirmarse que, al interior del “cine independiente americano”, se ha venido gestando una especie de “ola”, en la que se encuentran películas sencillas, en las que no parece suceder mucho, pero en realidad sucede demasiado. Películas en las que, afortunadamente, no encontramos ningún Russel Crow acabando con una guerrilla en tres días (A prueba de vida) o un Bruce Willis salvando al mundo de ser destruido por un colosal meteorito (Armagedon).

En esta “Ola” se encuentran títulos tan excelentes y exitosos como “Lost in translatión” (Perdidos en Tokio) de Sofía Coppola, Before Sunset (Antes del atardecer) de Richard Linklater, About Schmidt (Las confesiones de Schmidt), Sideways (Entre Copas) ambas de Alexander Payne, American Splendor (Esplendor Americano) de Roberto Pulcini y claramente Garden State (Tiempo de volver) de Zach Braff.

Son películas que retornan al individuo, películas que, en un mundo en donde todos o casi todos han volteado su mirada a la “masa”, en donde todo se globaliza y por lo tanto “todos somos iguales”, nos recuerdan la importancia de no olvidar que somos seres únicos e irrepetibles y que en nuestras situaciones, tan comunes, tan normales, se libra a diario grandes hazañas, grandes batallas, pese a que el resto del mundo jamás las considere como así.

Esto me recuerda a Tyler Durden (Personaje del club de la pelea interpretado magistralmente por Brad Pitt) en un pequeño monólogo “Nuestra generación no ha experimentado ninguna gran depresión, ninguna gran guerra. Nuestra guerra es una guerra espiritual, nuestra depresión son nuestras propias vidas.” No sé si esté o no en lo cierto, pero considero que siempre hace bien el que algunos artistas evidencien esta clase de situación, en donde la primera guerra a resolver es la propia y solo entonces podremos solucionar lo que está por fuera, si es que aún nos quedan fuerzas.
posted by Hache @ 11:07 a. m.   5 comments

miércoles, junio 22, 2005
Jinete de ballenas
La leyenda cuenta como, hace muchos años atrás, un semidiós de nombre Paikea llegó a tierras vírgenes de Nueva Zelanda montado sobre el lomo de una ballena. Desde entonces, las ballenas han sido para esta cultura, la forma adoptada por parte de sus ancestros y sus dioses, que vienen a cuidar de ellos. Desde entonces cada primogénito nace con la responsabilidad de ser el líder espiritual de su pueblo.

Sobre este relato tradicional de la cultura Maori se basa el segundo largometraje de la directora y guionista Niki Caro, en el que narra la historia de la pequeña Pai, primogénita del semidiós Paikea y nombrada así en su honor. Con tan solo doce años de edad, Pai debe asumir su responsabilidad como líder de su pueblo, el problema es que Pai es una niña y, para esta cultura, los líderes deben ser siempre pertenecientes al sexo masculino.

Pero a nadie parece importarle este factor, de hecho, la tradición cultural de Paikea parece no ser ya relevante para el pueblo de Pai, exceptuando para su abuelo Koro, actual líder que se encuentra desesperado por hallar un precusor, más no acepta que una mujer sea su predecesora, sin importarle lo mucho que quiere a su nieta, quien ante todo, lo que más desea en el mundo, es impresionar a su abuelo, lograr que él la acepte.

En una escena con su padre Pai pregunta por qué su abuelo no la quiere Su padre le contesta, que no es así, que lo que sucede es que su abuelo no solo está buscando un líder, que lo que quiere es un profeta, pero Pai ni si quiera entiende que es ser un profeta. Pero Koro no es un enemigo, es simplemente un ser que, como el mismo dice, “Apenas está aprendiendo a volar”.

La narración de “El jinete de ballenas”, es sencilla pero muy acertada. Se centra en la historia tal cual es, sin ningún artilugio abrumador en su forma que muchas veces resulta innecesario y explota muchas características de la cultura Maori cargando el ambiente de magia, de pasión.

La música refuerza de sobremanera este aire de magia ancestral, aunque son muy pocos los tracks musicales que en ella se encuentran, a mi parecer, su uso es muy acertado, además de estar cargados de gran belleza, se explota aún más las tradiciones de un cultura poco conocida por muchos.

Pero la magia y la pasión perceptible en esta excelente producción, no solo se debe al trabajo de Niki Caro, sino también, y creo yo en especial, a la magistral actuación de la pequeña Pai, interpretada por una joven y bellísima niña Maori Keisha Castle-Hughes.

Por otro lado y a mi parecer, afortunadamente, pese a que la película manifiesta la indudable importancia de la función que ejerce la mujer en la estructura de una civilización, se encuentra muy lejos de convertirse en un drama feminista. Se puede ver manifestada cierta posición crítica ante el machismo, pero esto es medianamente logrado solo a través del personaje del abuelo, siendo él el único que ve un problema en el hecho de que Pai es una niña, los demás personajes la aceptan e incluso le colaboran en la consecución de sus deseos.

Whale Rider nos recuerda la importancia de una buena historia, nos recuerda que no es necesario llenar de grandes escena creadas con una gran parafernalia para llegarnos, para sorprendernos y sentirnos en contacto con lo que nos cuentan, así sea la historia de una tierra que se encuentra a medio mundo de distancia.

Fácilmente podría compararse con el efecto obtenido por parte de la película kosovita “Tierra de nadie”, (En realidad es una coproducción entre seis países), ganadora del Oscar a la Mejor Película Extranjera pese a competir con una producción de proporciones tan magnánimas como Amelie. Al igual que la película de Niki Caro, era sencilla en su argumento, pero grande en su destreza narrativa, en su impacto y por ello, indudablemente merecedora de dicho reconocimiento.

En un mundo en constante cambio, en el que resulta excesivamente fácil perderse deambulando de lado a lado, de cultura en cultura, Whale Rider, o El jinete de ballenas, nos recuerda que es necesario mantener firmes las tradiciones de nuestros pueblos, mas no por ello se debe huir del cambio, es simplemente una tarea de adaptarse sin perder lo esencial de la cultura a la que pertenecemos por nacimiento.
posted by Hache @ 11:09 a. m.   24 comments

Hache se atreve a criticar is powered by Blogspot, isnaini and Gecko & Fly.
No part of the content or the blog may be reproduced without prior written permission. Learn all about Blogging for Money at Gecko&Fly

 
 

Web This Blog
About Me


Name: Hache
Home: Colombia
About Me:
Todo Conpletito

Previous Post
Archives
Links
  • Photobucket - Video and Image Hosting
  • Affiliates

    make money online blogger templates